ON KAWARA
Por Laura Ramirez
Un artista salido de un mundo destruido y transformado, de una guerra que le marcó un antes y un después. On Kawara es uno de los artistas conceptuales más reconocidos por su obra que se distingue de muchas otras, teniendo al tiempo como una base de esto mismo, para entrar más en razón de la vida de este pintor japones, nació en al año 1932 y fue criado en una familia común de la sociedad de su época tuvo una infancia normal, pero, en al año 1945 cuando solo tenía tan solo 13 años sufrió de los dos atentados mas tenebrosos del mundo los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, que le dieron una vuelta completa a su percepción y mente, y fue así como empezó a cuestionar a la sociedad humana entorno a sus valores morales.
Este choque provoco que On Kawara adquiriera una gran atención por estos temas y un interés por investigar de estos mismo así fue como en 1951, después de mudarse a Tokio y graduarse de la secundaria, duraba una gran cantidad de tiempo en librerías estudiando temas relacionados a la filosofía europea y la teoría analítica y política. Gracias a sus estudios rápidamente adquirió una reputación dentro de la escena artística de vanguardia japonesa, siendo participe de la Asociación de Arte Avant-Garde establecida por Kikuji Yamashita y otros pintores de una persuasión socialista. El historiador de arte Jung-Ah Woo resalta varias características que poseía el artista, dentro de las cuales mencionaba que Kawara representaba una "nueva generación de realismo social", "decidida a enfrentar la realidad de la sociedad de posguerra de Japón con una visión despejada por la nostalgia de la generación anterior por el pasado anterior a la guerra".
La vida de Kawara dio un giro cuando en el año 1959, se muda con su padre a la Ciudad de México, donde permaneció durante cuatro años; el arte de Kawara en esta época tuvo una gran afinidad con el estilo de pintura de los contemporáneos mexicanos como David Alfaro Siqueiros. Pero un hecho importante es que en su estadía en México, Kawara se dio cuenta del cambio de la cultura en especial sobre el tiempo, en su país natal era algo casi sin importancia, en México en cambio pudo percatase de que los horarios e itinerarios eran inexactos, impredecibles y una parte esencial de la experiencia humana, esto le produjo un mayor interés sobre este fenómeno y lo que marcaría el devenir de su vida artística.
En el año de 1964 Kawara se establece en Nueva York, justo en el instante en el que el “Arte Conceptual” estaba dando sus primeros pasos, y en ese mismo momento empezó a intentar nuevas formas de arte. Algunos de sus trabajos contenían arreglos secuenciales de formas que sugerían un lenguaje o un sistema de códigos, otros eran pinturas monocromas con frases o palabras simples ("arte", "cifra", "sin título", "vuelve a casa y llora en tu almohada"), muchas de estas obras Kawara las destruyo, aunque estas mismas lo convencieron de la necesidad de incorporar la palabra escrita en su arte. La más importante de las obras sobrevivientes de Kawara de esta época es el Título, cuyo contenido político explícito, relacionado con la Guerra de Vietnam, tiene una característica consistente que perdurara en obras posteriores: su encuadre con referencia a eventos sociales y políticos contemporáneos. Esto se logró más tarde al empacar sus pinturas de fechas en cajas forradas en periódicos, y al producir carpetas llenas de recortes de periódicos para su serie I Read.

El 4 de enero de 1966, Kawara comenzó la serie Today , un proyecto que continuaría durante casi cincuenta años. Las llamadas pinturas de fecha que componen la serie consisten en lienzos cuadrados de diferentes tamaños, en los que la fecha de la pintura está escrita en fuente sans serif, con diversas características de composición que varían según la fecha y la ubicación del artista. Con un nivel de precisión y cuidado desmentido por la simplicidad de su apariencia final, el proyecto Today establece el modus operandi que sostendría la práctica creativa de Kawara hasta su muerte en 2014; En los próximos años se establecieron varios proyectos relacionados con el "tiempo de marcado".
Los proyectos importantes en la obra de Kawara incluyen: I Read (1966-95), un conjunto de carpetas de recortes de periódico anotados, con una página agregada para cada día en que se realizó una Pintura de fecha ; I Got Up (1968-79), una serie de postales con imágenes que se envían diariamente, en parejas, a amigos, familiares y clientes con la inscripción "I got up at ..."; I Met (1968-79), un conjunto de listas, que documentan por fecha a todos los que el artista conoció durante un período de once años; y I Am Still Alive (1970-2000), una serie de telegramas enviados a intervalos aleatorios a destinatarios aleatorios, asegurándoles, de manera sombríamente cómica, que el artista aún no estaba muerto.
Kawara murió en 2014. De acuerdo con el espíritu de su trabajo, sus obituarios notaron que había estado vivo durante 29,771 días.
Su obra va más allá de lo esperado para un artista. On Kawara utiliza el tiempo no como un punto en común en su obra, el transgrede las razones que describen a todo arte proporcionado hasta ese momento, un objeto perdurable para la admiración de un público de cualquier época, en cambio, él enfrasca como el tiempo puede rebasar y reducir la experiencia histórica haciendo de su propia existencia una muestra evidente de cómo éste transcurre.
Él muestra de una forma simplificada el interés de nuestra sociedad al usar las fechas para comprender la evasión del tiempo, podemos ver esta interpretación en el libro de dos volúmenes One Million Years; el primer libro, Pasado, está dedicado a "todos los que han vivido y muerto", y abarca los años desde 998,031 a. C. hasta 1969 d. C; el segundo libro, Futuro, está dedicado al "último", y comienza con el año 1993 DC y termina con el año 1,001,992 DC. A pedido del artista, partes de los libros se han leído en voz alta en lugares de todo el mundo. Esta unión que tiene con las llamadas fechas se encuentra en un punto álgido en su serie de pinturas Today, nos muestra en perfecta sintonía el pasar del tiempo con cada día y el simple recuerdo que queda del diario vivir.
Alejado de la apariencia visual los telegramas de ‘I Am Still Alive’ se diferencian de las series predecesoras en que el objeto no es siquiera elegido o tocado por el artista, sino que involucra a otras personas: los empleados de las oficinas de telégrafos. El telegrama refleja la fecha y hora del momento de la entrega. El soporte es el utilizado en el lugar de destino del mensaje, lo que supone una renuncia al control estético, a la forma final de la obra e incluso al control estricto sobre su vida, o su muerte, una vez que su primera afirmación es I AM NOT GOING TO COMMIT SUICIDE. Kawara hace presente al destinatario como protagonista necesario de su biografía: su relato existe en tanto en cuanto alguien lo recibe. Quizás sea este su proyecto autobiográfico más simple y efectivo. De hecho, el mismo Kawara comenzó a responder a las peticiones de información sobre su obra o su participación en exposiciones con ese único texto: I Am Still Alive. la declaración es casi cómica, a pesar de que su contenido no podría ser de mayor importancia para el remitente.
Cada una de estas obras elegidas para ser presentadas en la exposición transgresión, tienen una connotación que hace el pertinente mostrarlas en un ámbito ajeno al museo. En primer lugar, las pinturas de la serie Today, se caracterizaban por ser expuestas en una galería de paredes blancas y en un espacio cerrado, lo que conllevaba a ser visibles por obviedad, por esto mismo el sacar una de estas a un espacio abierto le da la oportunidad de ser admirada y le da un toque de intriga que no tendría en la galería. Por otro lado, tenemos las series de los telegramas I am still alive, que serán expuestas en conjunto por todo el auditorio, apropiándose de ese nuevo espacio al cual no estaban destinados los mensajes, dándole así un alma y una connotación jamás antes visto. Por último, se presentará la obra One Million Years, el libro estará expuesto a fuera de los muros de una biblioteca o del museo mismo y la comunidad que pase a sus alrededores escuchará la lectura a mano de uno de los curadores.